Y al amanecer, en el silencio.
Cerrada tu vida, tu alma, y también tu cuerpo.
Sin lagrimas, sin agobios, sin dramas.
Avísame con el resplandor de la mirada,
luz verde para el mar de tu vida.
Sólo sonríe, eso es todo.
Mientras, con el corazón en la mano.
Yo te espero.