Con el eco de los pasos,
y con el ritmo del viento.
En la noche más oscura
y en las mañanas de invierno.

En las alegrías cotidianas,
en los dramas eternos.
En mil sublimes dilemas,
en mis peores miedos.

Al lado de mi almohada,
sintiendo pasar el tiempo.
Yo te pienso compañera,
abrazado a tu cuerpo.